Evitando el solapamiento con la dosificación variable y el corte de tramos

La dosificación variable y el corte de tramos son tecnologías que permiten la aplicación de insumos de una forma más precisa, equitativa y evitando el solapamiento. De este modo optimizan el rendimiento de la parcela y ahorran insumos.

La dosificación variable y el corte de tramos

La aplicación precisa y equitativa de insumos ha sido uno de los grandes focos de los avances tecnológicos agrícolas en los últimos años. La tecnología GPS y el autoguiado o los mapas de prescripciones, son algunos ejemplo de tecnologías desarrolladas con este propósito, pero no se hubiera conseguido el objetivo de aplicar insumos de forma más precisa y equitativa si los aperos agrícolas encargados de esta labor no hubieran evolucionado a la par.

Los aperos agrícolas para la aplicación de insumos: sembradoras, abonadoras y pulverizadores; han incorporado en los últimos años mucha tecnología en sus diseños. Pasando de máquinas que aplicaban insumos sin control y con un manejo básico y manual por parte del agricultor, a máquinas que cuentan con la última tecnología permitiendo ajustes automáticos durante las labores que realizan. Actualmente se puede ajustar todos los parámetros importantes en la aplicación de insumos y los aperos estarán conectados en todo momento al tractor.

La aplicación precisa y equitativa de insumos en una parcela agrícola tiene muchos beneficios para una explotación agrícola:

• El ahorro económico derivado de la reducción del gasto en insumos.
• La reducción del solapamiento en la aplicación de insumos, este provoca zonas diferenciadas en la parcela que tienen una mayor cantidad de semilla, fertilizantes o fitosanitarios, normalmente por duplicado, provocando una menor producción en esa zona al no aplicar la cantidad optima de insumos. Sin olvidar, el gasto por duplicado que se produce en esas zonas de insumos.
• Una mayor sostenibilidad de la explotación, que no podemos olvidar que cada vez está cobrando más importancia a nivel de subvenciones (PAC) y en la opinión del consumidor

Pero, ¿Qué tecnologías permiten a los aperos agrícolas de aplicación de insumos realizar estos ajustes automáticamente?

La dosificación variable (VRT, Variable Rate Technology, por sus siglas en inglés), es una tecnología que se basa en dividir una parcela agrícola en diferentes zonas según las diferentes necesidades de insumos de cada zona, permitiendo un manejo específico para cada zona. Esta zonificación se lleva a cabo con ayuda de los mapas de prescripción que se pueden generar con información de diversas fuentes de datos.

Otra tecnología importante y relacionada con la aplicación de insumos de forma optimizada es el “corte de tramos” (ASC, Automatic Section Control, por sus siglas inglés), esta tecnología hace referencia al control individual de la aplicación de insumos por cada unidad de aplicación. Esta unidad de aplicación puede ser un cuerpo de siembra en una sembradora, una boquilla en un pulverizador o la anchura de aplicación de una abonadora. Según la posición GPS del tractor y del apero, la tecnología del corte de tramos permite cerrar el flujo de insumos en ciertas partes de la parcela para evitar el solapamiento, por ejemplo, si nos queda una franja de 3 metros sin sembrar de la parcela y tenemos una sembradora de 6 metros, la tecnología del “corte de tramos” cortara el flujo de semilla en cuerpos de siembra hasta dejar solo 3 metros de la maquina funcionando, para evitar el solapamiento con el resto de la parcela ya sembrada.

Se podría decir que la tecnología del “corte de tramos” es una dosificación variable, con dosis 0 en algunos puntos de la parcela. El apero y el tractor son capaces de reconocer zonas en la que ya se ha aplicado el insumo y realizar una dosificación variable, sin dosis, en esas zonas por las que ya han pasado. La geolocalización vía GPS y el mapeo de la actividad simultáneamente, permiten realizar estos ajustes y son lo que se usaría como fuente de datos para esta dosificación.

La aplicación precisa y equitativa de insumos ha sido uno de los grandes focos de los avances tecnológicos agrícolas en los últimos años.

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¿Cómo se comunican con el tractor y que ajustes se realizan en el equipo?

El apero de aplicación de insumos tiene un equipo electrónico, normalmente una pantalla táctil interactiva, que permite ajustar las distintas variables de la operación agrícola. En este equipo electrónico se carga el mapa de prescripción. Otra opción es que el apero se pueda conectar directamente con el tractor y se pueda utilizar la pantalla interactiva del propio tractor, donde se carga igualmente el mapa de prescripción, las conexiones entre tractor y aperos de la misma marca comercial suelen ser mucho más sencillas.

En la mayoría de los casos, aunque el equipo electrónico venga incorporado en el apero y no sea de la misma marca que el tractor, se realiza una comunicación entre ambos gracias al sistema ISOBUS, para la transferencia de datos de localización (GPS) y otros datos necesarios para el correcto funcionamiento del equipo. Los sistemas ISOBUS permiten una comunicación universal entre distintos componentes de la maquinaria agrícola.

Este equipo electrónico se conecta al apero y actúa como centralita principal, gestiona las otras unidades que modifican la dosificación de insumos en el apero. Dependiendo del apero se gestionaran diferentes equipos:

• En el caso de una sembradora monograno se gestionan desde la centralita central distintas centralitas que están equipadas en cada cuerpo de siembra, estas centralitas ajustan la velocidad de los motores que mueven los discos de dosificación de la semilla. Dependiendo de si estos motores son eléctricos o hidráulicos, el ajuste de la velocidad del motor se llevará a cabo por potenciómetros o regulaciones en el caudal de aceite por válvulas solenoides, respectivamente. En el caso de que se desee cortar completamente la distribución de semilla para evitar un solapamiento, “corte de tramos” en la labor de siembra, se realiza mediante una electroválvula que corta el flujo de semilla desde el depósito del cuerpo o un embrague que corta el flujo igualmente.
• Si la sembradora es a chorrillo, el control de la dosificación de semilla se realiza mediante el flujo de grano que alimenta las botas de siembra desde la tolva de grano, normalmente mediante flujo de aire, alimentación neumática, generado por una turbina que mueve la toma de fuerza. En este caso la dosificación variable, a nivel de cuerpo de siembra, es más complicada porque la instalación de una centralita en cada una de las botas de siembra puede ser complicada, sin embargo, se pueden agrupar varios cuerpos de siembra e instalar una centralita con motores para el control de la dosis de la siembra o para realizar el “corte de tramos”. El número de tramos en los que puede dividirse una sembradora a chorrillo depende del fabricante y de la tecnología utilizada, un ejemplo puede ser el sistema Fenix III, de Väderstad, que utiliza células de carga y motores eléctricos para controlar de forma individual varios cuerpos de siembra, logrando una dosificación diferente para cada uno

• En el caso de las abonadoras se regula la velocidad de giro de los discos o la dosificación de la tolva donde se almacena el producto mediante el cierre de los dosificadores. La regulación de la velocidad se realiza mediante un motor, como en el caso de las sembradoras, este motor puede ser eléctrico o hidráulico, dependiendo de fabricantes, la variación de la velocidad influye en la fuerza con la que la abonadora lanza el fertilizante para su aplicación. Esta reducción en la fuerza de salida del fertilizante se traduce en menor longitud de aplicación, lo que permite no duplicar aplicaciones. En cuanto al cierre de los dosificadores se realiza mediante una electroválvula que reduce el flujo de fertilizante, cerrando el orificio de salida en la tolva y reduciendo la dosis de aplicación, esto sirve para realizar una dosificación variable del fertilizante. También se utiliza esta tecnología para regular la dosificación del producto cuando se varia la velocidad de trabajo o cuando se producen paradas, esto no debería afectar a la aplicación correcta del fertilizante. Todo ello se ajusta automáticamente desde la centralita del apero que está conectada en todo momento al tractor y que va leyendo el mapa de prescripción, si se utiliza alguno, o el mapa GPS que va describiendo el tractor para evitar solapes.

• En el caso de los pulverizadores, se regula la presión y el caudal de la bomba hidráulica con un motor hidráulico situado en el tractor y que transmite la potencia a través del cardán, o a través de un motor hidráulico instalado en el apero que recibe el aceite del tractor para su funcionamiento. Se mide con un manómetro la presión y con caudalímetros el caudal. Con una centralita y electroválvulas podría modificarse esta presión y caudal automáticamente para que siempre sea el óptimo para la aplicación, pudiendo regularse la cantidad de producto fitosanitario aplicado a cada zona de la parcela. Además, en los equipos modernos un conjunto de electroválvulas permiten el corte de tramos, estos tramos pueden agrupar varias boquillas o incluso que exista un tramo para cada boquilla. Esto permite que el equipo de aplicación de fitosanitarios no duplique el trabajo realizado y evita solapamientos. Cuando se cierra un tramo de boquillas, se intensifica el retorno complementario al depósito que sirve para regular en todo momento el caudal y la presión que llega a los tramos en funcionamiento, deben ser constantes durante toda la aplicación para no crear zonas con mayor o menor cantidad de producto.

El gran avance de esta tecnología en los últimos años es la automatización de estas labores, el agricultor no tiene que preocuparse de cambiar la dosificación de sus equipos, o de cerrar tramos porque se pueda producir una duplicidad de insumos en el campo. Todo ello, se realiza de forma automática por el tractor, gracias a la tecnología GPS y el mapeo (con mapas de prescripción o con el mapeo instantáneo que hace el equipo con el GPS, simultáneamente a la aplicación, para evitar solapes). Todo esto permite al agricultor estar enfocado en realizar bien la labor agrícola y comprobar que todo el equipo funciona correctamente. La comodidad es otro de los beneficios que podemos añadir a esta tecnología, junto al beneficio económico y en sostenibilidad por el ahorro de insumos

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